Hola compañer@s, hoy os voy a hablar de una novela que he leido recientemente en inglés, por aquello de practicar la lengua de Shakespeare, aunque el original es en un turco (ya sé que es un poco tonto leer una traducción de una traducción). El libro en cuestión, comopodéis leer en el título, es "Nieve" y su autor es el escritor turco Orhan Pamuk, nacido en Estambul en 1952 y galardonado en 2006 con el Premio Nobel de Literatura. Pamuk es conocido mundialmente por su continuada defensa de los Derechos Humanos, sobre todo en cuestiones relacionadas con Turquía, como es el caso del conflicto con los kurdos o el genocidio de los armenios en 1915. Hoy por hoy, el Estado turco todavía se niega a admitir el primer gran genocidio moderno cometido por Turquía durante la I Guerra Mundial y en el país natal de Pamuk muchos de sus conciudadanos lo consideran un traidor.
Mi intención en este comentario del blog no es hacer un análisis pormenorizado de esta obra literaria, sino resaltar ciertos aspectos que me han llamado la atención.
El argumento muy resumido es el siguiente: Un poeta turco cuyo sobrenombre es Ka regresa a su país natal después de haber estado exiliado en Frankfurt muchos años por razones políticas. Ka se dirige, en medio de un temporal invernal, a una ciudad turca fronteriza con Armenia llamada Kars, donde está habiendo una plaga de suicidios de chicas jóvenes de familias humildes y muy religiosas, en vísperas de unas elecciones locales en las que los islamistas radicales parten como favoritos. La causa de los suicidios de las adolescentes parece ser la prohibición de llevar velos en lugares públicos, principalmente las escuelas públicas. A esto hay que añadir la miseria y la decadencia en que vive sumida la ciudad. Nuestro protagonista viaja con la excusa de investigar como supuesto periodista el asunto de los suicidios, pero la razón principal de su viaje es reencontrarse con un viejo amor de juventud, la bellísima Ipek, recién divorciada de un líder islamista radical. Cuando Ka llega a su destino, el temporal de nieve deja la pequeña ciudad de Kars incomunicada durante unos días, que serán bastante intensos tanto para el protagonista como para la ciudad. En este punto, hemos de señalar que la nieve es un elemento que aparece constantemente en el relato, que está plagado de descripciones y figuras retóricas asociadas a la misma. La secuencia de los hechos se desarrolla en unos pocos días, en los Ka pronto se hace conocido en la ciudad mientras entabla relación con una serie de extremistas religiosos entre los que destacan un afamado terrorista llamado Azul, cuñado de Ipek, y un adolescente llamado Necip, estudiante de una Madrassa local. Mientras Ka e Ipek se enamoran y viven una apasionada y corta relación, en Kars hay golpe de Estado orquestado por ciertos mandos militares e intelectuales laicistas que temen la llegada al poder de los extremistas religiosos, aprovechando la incomunicación de la ciudad. La excusa del alzamiento militar es una revuelta violenta protagonizada por los islamista en un teatro, tras una pieza teatral en la que una chica se quita el velo y lo quema como acto de "liberación". Ka, que pertenece a la élite laicista de Turquía pero que últimamente le ha dado por entablar relaciones con los radicales islamistas, se encuentra en un fuego cruzado entre los dos bandos, que le utilizarán como intermediario y que, en cierto modo, le manipularán. Mientras Ka presencia multitud de crueles atrocidades cometidas en la ciudad, sobre todo por parte de los militares, el narrador en tercera persona nos muestra el mundo interior del poeta, sus recuerdos de la infancia y juventud, su visión del arte y la política del país... Ka escribe numerosos poemas, todos muy relacionados con la nieve y el amor. El final de la trama no os lo cuento para que os animéis a leerlo.
"Nieve" nos muestra los problemas y contradicciones de una sociedad que pretende modernizarse y anhela parecerse a Europa y a Occidente, pero que se encuentra muy anclada a sus tradiciones y en la que la convivencia entre islamistas y laicistas es complicada y causa episodios violentos. A continuación, os voy a señalar una serie de aspectos sueltos de la novela que me han impresionado o me han hecho reflexionar:
- Hay un pasaje en el que un adolescente ultrarreligioso habla con pasión de una chica, hermana de un conocido suyo, de la que está completamente enamorado. Habla de su inteligencia, su bondad, su dulzura... de una manera muy lírica. Ni siquiera ha hablado con ella alguna vez porque la chica vive recluida en su casa y lleva siempre un velo que le cubre todo el pelo y parte del rostro. ¿Qué forma tan distinta de ver el amor, no?
- En esta novela se evidencia un conflicto grave que estamos viendo ahora mismo en países como Túnez y Egipto y que, como ciudadanos occidentales, también nos afecta. El asunto es el siguiente: su estos países musulmanes se dejan en manos de la Democracia pura y con elecciones libres, es muy probable que ganen los islamistas radicales. Éstos, lo primero que harán será eliminar la libertad religiosa, imponer su doctrina moral a todos los demás ciudadanos, impedir el progreso de la mujer,aislar económica y culturalmente al país, perseguir a las minorías religiosas, encarcelar e incluso ajusticiar a los homosexuales...y todo ello con el apoyo de una gran parte del electorado. Razón por la cual las élites de estos países, más ilustradas, laicistas y pro-occidentales se echan en manos del ejército y de dictadores que luchan salvajemente contra los islamistas. Es decir, en estos países en nombre de los Derechos Humanos, se sacrifica la democracia y se violan Derechos Humanos. La cuestión es dura y compleja. Yo tuve un profesor de una optativa llamada Filosofía Política que decía que, en ocasiones, los derechos propugnados por la dictrina liberal que inspira nuestro sistema democrático pueden ser mejor defendidos por una dictadura que por un sistema democrático. Yo en su día no lo entendí, pero en relación con los países árabes sí que lo entiendo. ¿La Democracia es un medio o es un fin en sí misma? ¿La Democracia puede llegar a ser un obstáculo a las libertades y el progreso de una sociedad? ¿Todavía puede seguir valiendo el "todo para el pueblo, pero sin el pueblo" del despotismo ilustrado?
- Al final de la novela, uno de los personajes, no os voy a decir cuál, le dice al narrador de la historia que no haga ver a los ciudadanos de Kars,ante los ojos de sus lectores, como unos pobres desgraciados. O, al menos, que siembre la duda sobre la felicidad o infelicidad de los habitantes de Kars. Ellos no quieren dar pena a los occidentales y que éstos se acerquen a los turcos y, en general, al pueblo árabe como una actitud de superioridad mezclada con un sentimiento de compasión. Lo cierto es que yo he visto en este novela a un pueblo culto, con un gran mundo interior, que sobrevive a la miseria con mucha decencia y que reflexiona mucho más que nosotros sobre las preguntas más trascendentales de la vida. Pese a que algunos casi viven en la Edad Media, ¿son realmente más infelices que nosotros?
lunes, 31 de enero de 2011
Javier Marías opina sobre la nueva ortografía de la RAE
Este artículo fue publicado por Javier Marías en El País Semanal del 30 de diciembre de 2011. Es muy interesante, leedlo:
No sé si una de las funciones, pero desde luego uno de los efectos y grandes ventajas de la ortografía española era, hasta ahora, que un lector, al ver escrita cualquier palabra que desconociera (si era un estudiante extranjero se daba el caso con frecuencia), sabía al instante cómo le tocaba decirla o pronunciarla, a diferencia de lo que ocurre en nuestra hermana la lengua italiana. Si en ella leemos “dimenticano” (“olvidan”), nada nos indica si se trata de un vocablo llano o esdrújulo, y lo cierto es que no es lo uno ni lo otro, sino sobresdrújulo, y se dice “diménticano”. Lo mismo sucede con “dimenticarebbero” (“olvidarían”), “precipitano”, “auguro” y tantos otros que uno precisa haber oído para enterarse de que llevan el acento donde lo llevan: “dimenticarébbero”, “prechípitano”, “áuguro”. Del francés ni hablemos: es imposible adivinar que lo que uno lee como “oiseaux” (“pájaros”) se ha de escuchar más o menos como “uasó”. El inglés ya es caótico en este aspecto: ¿cómo imaginar que “break” se pronuncia “breic”, pero “bleak” es “blic”, y que “brake” es también “breic”? ¿O que la población que vemos en el mapa como “Cholmondeley” se corresponde en el habla con “Chomly”, por añadir un ejemplo caprichoso y extravagante, y hay centenares?
Este considerable obstáculo era inexistente en español –con muy leves excepciones– hasta la aparición de la última Ortografía de la Real Academia Española, con algunas de sus nuevas normas. Vaya por delante que se trata de una institución a la que no sólo pertenezco desde hace pocos años, sino a la que respeto enormemente y tengo agradecimiento. El trabajo llevado a cabo en esta Ortografía es serio y responsable y admirable en muchos sentidos, como no podía por menos de ser, pero algunas de sus decisiones me parecen discutibles o arbitrarias, o un retroceso respecto a la claridad de nuestra lengua. Tal vez esté mal que un miembro de la RAE objete públicamente a una obra que lleva su sello, pero como considero el corporativismo un gran mal demasiado extendido, creo que no debo abstenerme. Mil perdones.
Lo cierto es que, con las nuevas normas, hay palabras escritas que dejan dudas sobre su correspondiente dicción o –aún peor– intentan obligar al hablante a decirlas de determinada manera, para adecuarse a la ortografía, cuando ha de ser ésta, si acaso, la que deba adecuarse al habla. Si la RAE juzga una falta, a partir de ahora, escribir “guión”, está forzándome a decir esa palabra como digo la segunda sílaba de “acción” o de “noción”, y no conozco a nadie, ni español ni americano (hablo, claro está, de mi muy limitada experiencia personal), que diga “guion”. Tampoco que pronuncie “truhán” como “Juan”, que es lo que pretende la RAE al prohibir la tilde y aceptar sólo “truhan”. De ser en verdad consecuente, esta institución tendría que quitarle también a ese vocablo la h intercalada (¿qué pinta ahí si, según ella, se dice “truan” y es un monosílabo?), lo mismo que a “ahumado”, “ahuyentar” y tantos otros. O, ya puestos, y siguiendo al italiano y a García Márquez en desafortunada ocasión, ¿por qué no suprimir todas las haches de nuestra lengua? Los italianos escriben “ipotesi”, “orrore”, “eresia” y “abitare”, el equivalente a “ipótesis”, “orror”, “erejía” y “abitar”. Y dado que la Academia parece inclinada a facilitarles las cosas a los perezosos e ignorantes suprimiendo tildes, no veo por qué no habría de eliminar también las haches. (Dios lo prohíba, con su hache y su tilde.)
En cuanto a “guié” o “crié”, si se me vetan las tildes y se me impone “guie” y “crie”, se me está indicando que esas palabras las debo decir como digo “pie”, y no es mi caso, y me temo que tampoco el de ustedes. Hagan la prueba, por favor. Tampoco digo “guió” y “crió” como digo “vio” o “dio”, a lo que se me induce si la única manera correcta de escribirlas es ahora “guio” y “crio” (en la Ortografía de 1999 poner o no esas tildes era optativo, y no alcanzo a ver la necesidad de privar de esa libertad). En cuanto a “riáis” o “fiáis”, si yo leo “riais” y “fiais”, como ordena la RAE, me arriesgo a creer que he de pronunciar esas formas verbales igual que la segunda sílaba de “ibais”, lo cual, francamente, no es así. Y si leo “hui” en vez de “huí”, nada me advierte que no deba decir esa palabra exactamente igual que la interjección “huy” (tan frecuente en el fútbol) o que “sí” en francés, es decir, “oui”, es decir, “ui”. Si un número muy elevado de hablantes percibe todos estos vocablos como bisilábicos con hiato, y no como monosilábicos con diptongo, ¿a santo de qué impedirles la opcionalidad en la escritura? La RAE parece tenerle pánico a la posibilidad de elegir en cuestión de tildes (que es algo menor y que no afecta a la sacrosanta “unidad de la lengua”). Pero es que además es incongruente en eso, porque sí permite dicha opcionalidad en “periodo” y “período”, “policiaco” y “policíaco”, “austriaco” y “austríaco” (yo siempre las escribo sin tilde), lo mismo que en “alvéolo” y “alveolo”, “evacúa” y “evacua” y otras más. ¿Por qué no permitir que cada hablante opte por “truhán” o “truhan”, como aún puede hacerlo (por suerte) entre “solo” y “sólo”, “este” y “éste”, “aquel” y “aquél”? La posibilidad de seguirles poniendo tildes a estas palabras no es para mí irrelevante. ¿Cómo saber, si no, lo que se está diciendo en la frase “Estaré solo mañana”? Si se la escribe en un mail un hombre a su amante, la diferencia no es baladí: sin tilde significa que estará sin su mujer; con tilde que mañana será el único día en que estará en la ciudad. No es poca cosa, la verdad. Por menos ha habido homicidios
miércoles, 12 de enero de 2011
Discurso de Mario Vargas Llosa en el acto de entrega del Premio Nobel de Literatura.
Después de haber leído el texto íntegro del discurso pronunciado por Vargas Llosa el pasado 7 de diciembre en
http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/201012/07/cultura/20101207elpepucul_1_Pes_PDF.pdf"
os he hecho un extracto de los párrafo y frases más relevantes del mismo. En él, el Premio Nobel peruano expone 2 ideas principales:
- La defensa de la democracia liberal y los Derechos Humanos frente a todo tipo de totalitarismo o dictadura. Critica toda forma de fanatismo, absolutismo, violencia y opresión, bien provenga del integrismo religioso, el fascismo, el comunismo o el nacionalismo.
- Su convicción de que la Literatura es el más bello y útil instrumento para liberar a la persona y a los pueblos, debido a su capacidad para evocar mundos mejores y hacernos inconformistas y críticos con la realidad
Discurso extractado:
"Algunas veces me pregunté si en países como el mío, con escasos lectores y tantos pobres, analfabetos e injusticias, donde la cultura era privilegio de tan pocos, escribir no era un lujo solipsista. Pero estas dudas nunca asfixiaron mi vocación y seguí siempre escribiendo, incluso en aquellos períodos en que los trabajos alimenticios absorbían casi todo mi tiempo. Creo que hice lo justo, pues, si para que la literatura florezca en una sociedad fuera requisito alcanzar primero la alta cultura, la libertad, la prosperidad y la justicia, ella no hubiera existido nunca. Por el contrario, gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría "(...)
Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión (...)
Lo quieran o no, lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción, mostrando que el mundo está mal hecho, que la vida de la fantasía es más rica que la de la rutina cotidiana. Esa comprobación, si echa raíces en la sensibilidad y la conciencia, vuelve a los ciudadanos más difíciles de manipular, de aceptar las mentiras de quienes quisieran hacerles creer que, entre barrotes, inquisidores y carceleros viven más seguros y mejor. La buena literatura tiende puentes entre gentes distintas y, haciéndonos gozar, sufrir o sorprendernos, nos une por debajo de las lenguas, creencias, usos, costumbres y prejuicios que nos separan. (...)
Como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos, la de los terroristas suicidas (..). Creíamos que, con el desplome de los imperios totalitarios, la convivencia, la paz, el pluralismo, los derechos humanos, se impondrían y el mundo dejaría atrás los holocaustos, genocidios, invasiones y guerras de exterminio. Nada de eso ha ocurrido(...).
No debemos dejarnos intimidar por quienes quisieran arrebatarnos la libertad que hemos ido conquistando en la larga hazaña de la civilización. Defendamos la democracia liberal, que, con todas sus limitaciones, sigue significando el pluralismo político, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos, el respeto a la crítica, la legalidad, las elecciones libres, la alternancia en el poder (...)
En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista y creí que el socialismo sería el remedio para la explotación y las injusticias sociales que arreciaban en mi país, América Latina y el resto del Tercer Mundo. Mi decepción del estatismo y el colectivismo y mi tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy –que trato de ser– fue largo, difícil, y se llevó a cabo despacio
El amor al país en que uno nació no puede ser obligatorio, sino, al igual que cualquier otro amor, un movimiento espontáneo del corazón, como el que une a los amantes, a padres e hijos, a los amigos entre sí.
(...) Mi convicción de que una dictadura representa el mal absoluto para un país, una fuente de brutalidad y corrupción y de heridas profundas que tardan mucho en cerrar, envenenan su futuro y crean hábitos y prácticas malsanas que se prolongan a lo largo de las generaciones demorando la reconstrucción democrática. Por eso, las dictaduras deben ser combatidas sin contemplaciones, por todos los medios a nuestro alcance, incluidas las sanciones económicas.
La conquista de América fue cruel y violenta, como todas las conquistas, desde luego, y debemos criticarla, pero sin olvidar, al hacerlo, que quienes cometieron aquellos despojos y crímenes fueron, en gran número, nuestros bisabuelos y tatarabuelos, los españoles que fueron a América y allí se acriollaron, no los que se quedaron en su tierra. Aquellas críticas, para ser justas, deben ser una autocrítica. Porque, al independizarnos de España, hace doscientos años, quienes asumieron el poder en las antiguas colonias, en vez de redimir al indio y hacerle justicia por los antiguos agravios, siguieron explotándolo con tanta codicia y ferocidad como los conquistadores, y, en algunos países, diezmándolo y exterminándolo
Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le tengo. Si no hubiera sido por España jamás hubiera llegado a esta tribuna, ni a ser un escritor conocido
(...)En España se publicaron todos mis libros, recibí reconocimientos exagerados, amigos como Carlos Barral y Carmen Balcells y tantos otros se desvivieron porque mis historias tuvieran lectores. Y España me concedió una segunda nacionalidad cuando podía perder la mía.(...). La transición española de la dictadura a la democracia ha sido una de las mejores historias de los tiempos modernos, un ejemplo de como, cuando la sensatez y la racionalidad prevalecen y los adversarios políticos aparcan el sectarismo en favor del bien común, pueden ocurrir hechos tan prodigiosos como los de las novelas del realismo mágico.
Ojalá que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también de España, no estropeen esta historia feliz.
Detesto toda forma de nacionalismo, ideología –o, más bien, religión– provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento"
El Perú es Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años y que todavía soporta las manías, neurosis y rabietas que me ayudan a escribir. Ella hace todo y todo lo hace bien. Resuelve los problemas, administra la economía, pone orden en el caos, mantiene a raya a los periodistas y a los intrusos, defiende mi tiempo, decide las citas y los viajes, hace y deshace las maletas, y es tan generosa que, hasta cuando cree que me riñe, me hace el mejor de los elogios: "Mario, para lo único que tú sirves es para escribir".
"Escribir es una manera de vivir", dijo Flaubert. Sí, muy cierto, una manera de vivir con ilusión y alegría y un fuego chisporroteante en la cabeza, peleando con las palabras díscolas hasta amaestrarlas, explorando el ancho mundo como un cazador en pos de presas codiciables para alimentar la ficción en ciernes y aplacar ese apetito voraz de toda historia que al crecer quisiera tragarse todas las historias (...)
Al hablar de la ficción, he hablado mucho de la novela y poco del teatro, otra de sus formas excelsas. Una gran injusticia, desde luego.
La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y morimos . (...) Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible.
http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/201012/07/cultura/20101207elpepucul_1_Pes_PDF.pdf"
os he hecho un extracto de los párrafo y frases más relevantes del mismo. En él, el Premio Nobel peruano expone 2 ideas principales:
- La defensa de la democracia liberal y los Derechos Humanos frente a todo tipo de totalitarismo o dictadura. Critica toda forma de fanatismo, absolutismo, violencia y opresión, bien provenga del integrismo religioso, el fascismo, el comunismo o el nacionalismo.
- Su convicción de que la Literatura es el más bello y útil instrumento para liberar a la persona y a los pueblos, debido a su capacidad para evocar mundos mejores y hacernos inconformistas y críticos con la realidad
Discurso extractado:
"Algunas veces me pregunté si en países como el mío, con escasos lectores y tantos pobres, analfabetos e injusticias, donde la cultura era privilegio de tan pocos, escribir no era un lujo solipsista. Pero estas dudas nunca asfixiaron mi vocación y seguí siempre escribiendo, incluso en aquellos períodos en que los trabajos alimenticios absorbían casi todo mi tiempo. Creo que hice lo justo, pues, si para que la literatura florezca en una sociedad fuera requisito alcanzar primero la alta cultura, la libertad, la prosperidad y la justicia, ella no hubiera existido nunca. Por el contrario, gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría "(...)
Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión (...)
Lo quieran o no, lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción, mostrando que el mundo está mal hecho, que la vida de la fantasía es más rica que la de la rutina cotidiana. Esa comprobación, si echa raíces en la sensibilidad y la conciencia, vuelve a los ciudadanos más difíciles de manipular, de aceptar las mentiras de quienes quisieran hacerles creer que, entre barrotes, inquisidores y carceleros viven más seguros y mejor. La buena literatura tiende puentes entre gentes distintas y, haciéndonos gozar, sufrir o sorprendernos, nos une por debajo de las lenguas, creencias, usos, costumbres y prejuicios que nos separan. (...)
Como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos, la de los terroristas suicidas (..). Creíamos que, con el desplome de los imperios totalitarios, la convivencia, la paz, el pluralismo, los derechos humanos, se impondrían y el mundo dejaría atrás los holocaustos, genocidios, invasiones y guerras de exterminio. Nada de eso ha ocurrido(...).
No debemos dejarnos intimidar por quienes quisieran arrebatarnos la libertad que hemos ido conquistando en la larga hazaña de la civilización. Defendamos la democracia liberal, que, con todas sus limitaciones, sigue significando el pluralismo político, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos, el respeto a la crítica, la legalidad, las elecciones libres, la alternancia en el poder (...)
En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista y creí que el socialismo sería el remedio para la explotación y las injusticias sociales que arreciaban en mi país, América Latina y el resto del Tercer Mundo. Mi decepción del estatismo y el colectivismo y mi tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy –que trato de ser– fue largo, difícil, y se llevó a cabo despacio
El amor al país en que uno nació no puede ser obligatorio, sino, al igual que cualquier otro amor, un movimiento espontáneo del corazón, como el que une a los amantes, a padres e hijos, a los amigos entre sí.
(...) Mi convicción de que una dictadura representa el mal absoluto para un país, una fuente de brutalidad y corrupción y de heridas profundas que tardan mucho en cerrar, envenenan su futuro y crean hábitos y prácticas malsanas que se prolongan a lo largo de las generaciones demorando la reconstrucción democrática. Por eso, las dictaduras deben ser combatidas sin contemplaciones, por todos los medios a nuestro alcance, incluidas las sanciones económicas.
La conquista de América fue cruel y violenta, como todas las conquistas, desde luego, y debemos criticarla, pero sin olvidar, al hacerlo, que quienes cometieron aquellos despojos y crímenes fueron, en gran número, nuestros bisabuelos y tatarabuelos, los españoles que fueron a América y allí se acriollaron, no los que se quedaron en su tierra. Aquellas críticas, para ser justas, deben ser una autocrítica. Porque, al independizarnos de España, hace doscientos años, quienes asumieron el poder en las antiguas colonias, en vez de redimir al indio y hacerle justicia por los antiguos agravios, siguieron explotándolo con tanta codicia y ferocidad como los conquistadores, y, en algunos países, diezmándolo y exterminándolo
Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le tengo. Si no hubiera sido por España jamás hubiera llegado a esta tribuna, ni a ser un escritor conocido
(...)En España se publicaron todos mis libros, recibí reconocimientos exagerados, amigos como Carlos Barral y Carmen Balcells y tantos otros se desvivieron porque mis historias tuvieran lectores. Y España me concedió una segunda nacionalidad cuando podía perder la mía.(...). La transición española de la dictadura a la democracia ha sido una de las mejores historias de los tiempos modernos, un ejemplo de como, cuando la sensatez y la racionalidad prevalecen y los adversarios políticos aparcan el sectarismo en favor del bien común, pueden ocurrir hechos tan prodigiosos como los de las novelas del realismo mágico.
Ojalá que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también de España, no estropeen esta historia feliz.
Detesto toda forma de nacionalismo, ideología –o, más bien, religión– provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento"
El Perú es Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años y que todavía soporta las manías, neurosis y rabietas que me ayudan a escribir. Ella hace todo y todo lo hace bien. Resuelve los problemas, administra la economía, pone orden en el caos, mantiene a raya a los periodistas y a los intrusos, defiende mi tiempo, decide las citas y los viajes, hace y deshace las maletas, y es tan generosa que, hasta cuando cree que me riñe, me hace el mejor de los elogios: "Mario, para lo único que tú sirves es para escribir".
"Escribir es una manera de vivir", dijo Flaubert. Sí, muy cierto, una manera de vivir con ilusión y alegría y un fuego chisporroteante en la cabeza, peleando con las palabras díscolas hasta amaestrarlas, explorando el ancho mundo como un cazador en pos de presas codiciables para alimentar la ficción en ciernes y aplacar ese apetito voraz de toda historia que al crecer quisiera tragarse todas las historias (...)
Al hablar de la ficción, he hablado mucho de la novela y poco del teatro, otra de sus formas excelsas. Una gran injusticia, desde luego.
La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y morimos . (...) Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible.
Diario de las vacaciones. Último día
Hoy ha sido el día de Reyes. En mi familia materna lo solíamos celebrar con muchos regalos en casa de mi abuela, que era la que nos reunía a todos, hasta que la pobre empezó a tener Alzheimer y hubo que internarla en una residencia. El año pasado murió y por lo tanto este año he sentido mucha nostalgia y melancolía al recordar aquellas tardes de Reyes en las que nos colocábamos todos los primos en fila india, ordenados de menor a mayor, para recibir los regalos de la abuela. Mi tía María, en cuya casa se ha celebrado este año la reunión familiar, se solía disfrazar de payaso y también nos solía tener preparada una sorpresa a todos los sobrinos.
Este año no ha habido intercambio de regalos por expreso deseo de la anfitriona, pero ha habido el tradicional roscón con sorpresa y los típicos Reyes Magos de chocolate. Lo único novedoso para mí es que ha venido una prima mía que vive en Estados Unidos y a la que no suelo ver muy a menudo, con sus dos niños (de 6 y 2 años), los cuales son muy monos y muy ricos.
Este año no ha habido intercambio de regalos por expreso deseo de la anfitriona, pero ha habido el tradicional roscón con sorpresa y los típicos Reyes Magos de chocolate. Lo único novedoso para mí es que ha venido una prima mía que vive en Estados Unidos y a la que no suelo ver muy a menudo, con sus dos niños (de 6 y 2 años), los cuales son muy monos y muy ricos.
Diario de las vacaciones. Lo mejor y lo peor del año.
A lo largo del pasado año 2010 me ocurrieron, como a todos vosotros, innumerables cosas. De entre todas ellas, las tres mejores fueron las siguientes:
1- Terminar, por fin, la carrera de Derecho. Para mí era muy estresante compatibilizar ambas carreras, teniendo en cuenta que me coincidían fechas de exámenes, e incluso, las prácticas de una y otra. Al final saqué muy buenas notas ( matrículas de honor y todo) en las asignaturas de último curso.
2- Haber sido capaz de adelgazar 10 kilos en los últimos meses del año. Es algo que me ha hecho sentirme más seguro de mí mismo.
3- Haber hecho el viaje a Budapest con Manwa y con Derek. Fue un viaje en el que hubo muy buena convivencia entre los tres y en el que aprovechamos para hacer cosas que normalmente no hacemos aquí, como ir a un balneario, a la ópera..
Entre las tres peores cosas que me han acaecido están:
1- El fallecimiento de mi abuela el pasado 5 de febrero. Sentí mucho dolor y mucha impotencia la verla sufrir tanto en el hospital durante los últimos días de vida.
2- Haber tenido una riña y un posterior alejamiento con un amigo de toda la vida
3- Estar muchas veces triste y apesadumbrado ante la posibilidad de no encontrar trabajo este 2011.
Entre las cosas que me hubiera gustado que me pasaran, pero que no tuvieron lugar, están:
1- Haber podido viajar a algún lugar exótico y bonito en vacaciones.
2- Que me hubiera tocado la Lotería.
3- Haber aprovechado más mi tiempo libre.
1- Terminar, por fin, la carrera de Derecho. Para mí era muy estresante compatibilizar ambas carreras, teniendo en cuenta que me coincidían fechas de exámenes, e incluso, las prácticas de una y otra. Al final saqué muy buenas notas ( matrículas de honor y todo) en las asignaturas de último curso.
2- Haber sido capaz de adelgazar 10 kilos en los últimos meses del año. Es algo que me ha hecho sentirme más seguro de mí mismo.
3- Haber hecho el viaje a Budapest con Manwa y con Derek. Fue un viaje en el que hubo muy buena convivencia entre los tres y en el que aprovechamos para hacer cosas que normalmente no hacemos aquí, como ir a un balneario, a la ópera..
Entre las tres peores cosas que me han acaecido están:
1- El fallecimiento de mi abuela el pasado 5 de febrero. Sentí mucho dolor y mucha impotencia la verla sufrir tanto en el hospital durante los últimos días de vida.
2- Haber tenido una riña y un posterior alejamiento con un amigo de toda la vida
3- Estar muchas veces triste y apesadumbrado ante la posibilidad de no encontrar trabajo este 2011.
Entre las cosas que me hubiera gustado que me pasaran, pero que no tuvieron lugar, están:
1- Haber podido viajar a algún lugar exótico y bonito en vacaciones.
2- Que me hubiera tocado la Lotería.
3- Haber aprovechado más mi tiempo libre.
Diario de las vacaciones. Dia 3. Un día al que le falta una letra
Hoy, después de comer el típico cordero de los domingos, me decidí por coger mi bici y recorrer un pueblo desconocido por mí, cuyo nombre es Pozuelo. Todo es muy nuevo, muchos de los edificios son de reciente construcción . Dicen que es uno de los municipios con mejor nivel de servicios públicos. No es un pueblo dificil de recorrer en bici porque los que residen por estos sitios tienen cuidado con el coche y conducen muy despacio. Esto último es porque ellos, como yo, frecuentemente se mueven en bici o en moto y conocen los peligros que tienen estos medios de locomoción.
Debo decir que me resultó un sitio muy bonito y muy verde pero un poco deprimente, pues recorriendo todo los rincones del pueblo solo me crucé con dos o tres vecinos con sus respectivos perros. No vi niños subidos en los columpios ni me crucé con otros hombres corriendo o yendo en bici, hecho que es normal en otros pueblos menos inhóspitos como, por ejemplo, Móstoles. En el entorno del Hipercor no percibí mucho movimiento de gente ni de vehículos, lo mismo que en los pequeños comercios, presentes en todos los distritos del municipio. Por todo ello, considero que es un poco peligroso meterse por ciertos rincones si es de noche. Lo mismo en el centro histórico que en los suburbios del pueblo, son muchos los terrenos boscosos, que de noche son lúgubres y un tanto terroríficos. Yo no soy miedoso, pero si ocurre un suceso delictivo por esos bosques, es difícil que luego se encuentren testigos de los hechos.
De todos modos disfruté del gélido viento que golpeó en todo momento en mi rostro, que se me enrojeció enormemente. El fuerte ejercicio hecho subiendo pendientes del diez por ciento y el intenso frío del invierno me hicieron sentirme vivo . Desde entonces, creo que he reducido un poco mi peso.
Debo decir que me resultó un sitio muy bonito y muy verde pero un poco deprimente, pues recorriendo todo los rincones del pueblo solo me crucé con dos o tres vecinos con sus respectivos perros. No vi niños subidos en los columpios ni me crucé con otros hombres corriendo o yendo en bici, hecho que es normal en otros pueblos menos inhóspitos como, por ejemplo, Móstoles. En el entorno del Hipercor no percibí mucho movimiento de gente ni de vehículos, lo mismo que en los pequeños comercios, presentes en todos los distritos del municipio. Por todo ello, considero que es un poco peligroso meterse por ciertos rincones si es de noche. Lo mismo en el centro histórico que en los suburbios del pueblo, son muchos los terrenos boscosos, que de noche son lúgubres y un tanto terroríficos. Yo no soy miedoso, pero si ocurre un suceso delictivo por esos bosques, es difícil que luego se encuentren testigos de los hechos.
De todos modos disfruté del gélido viento que golpeó en todo momento en mi rostro, que se me enrojeció enormemente. El fuerte ejercicio hecho subiendo pendientes del diez por ciento y el intenso frío del invierno me hicieron sentirme vivo . Desde entonces, creo que he reducido un poco mi peso.
Diario de las vacaciones. Dia 2: Visitas familiares
Esta mañana, por primera vez en la vacaciones he madrugado (ohhh...) para coger un autobús en Méndez Álvaro a las 9, que me dejaría 2 horas más tarde en un pequeño pueblo vallisoletano llamado El Boecillo. El propósito de mi pequeño viaje, en el que he ido acompañado de mi madre, era hacer una visita a unos tíos y mi primo que viven en ese pueblo cercano a la capital del Pisuerga.
Estos tíos míos no son unos tíos cualquiera. Para empezar son mis padrinos. Y su vida ha estado marcada por el hecho de haber tenido un único hijo, mi primo Pablo, que padece una discapacidad intelectual muy severa. Pablo tiene ya casi treinta años pero no sabe hablar y tiene serias dificultades para relacionarse con los demás debido a que también padece autismo. Mis tíos sienten un desasosiego tremendo por lo que pasará con Pablo una vez que ellos mueran y lo dejen solo en la vida. Es un chico con muchas necesidades, tanto materiales como de cariño. Por ello, yo me ofrecí ante notario hace unos años a ser el tutor legal de mi primo si premueren sus padre. Mis padrinos desde entonces se sientes más aliviados, al saber que va a haber siempre alguien que se ocupe de ellos.
En cuanto a la visita en sí misma, todo ha transcurrido de una forma bastante agradable y tranquila. Mis tío se han esforzado en hacer una rica y abundate comida, a base de sopas de ajo y lechazo de la tierra. Por la tarde hemos ido a ver un lujoso casino que hay en el pueblo y que yo desconocía por completo, pero que no tiene nada que envidiar al de Torrelodones. Por supuesto, jugué un poco a la ruleta america. Y por supuesto y, como siempre, no he ganado nada.
Estos tíos míos no son unos tíos cualquiera. Para empezar son mis padrinos. Y su vida ha estado marcada por el hecho de haber tenido un único hijo, mi primo Pablo, que padece una discapacidad intelectual muy severa. Pablo tiene ya casi treinta años pero no sabe hablar y tiene serias dificultades para relacionarse con los demás debido a que también padece autismo. Mis tíos sienten un desasosiego tremendo por lo que pasará con Pablo una vez que ellos mueran y lo dejen solo en la vida. Es un chico con muchas necesidades, tanto materiales como de cariño. Por ello, yo me ofrecí ante notario hace unos años a ser el tutor legal de mi primo si premueren sus padre. Mis padrinos desde entonces se sientes más aliviados, al saber que va a haber siempre alguien que se ocupe de ellos.
En cuanto a la visita en sí misma, todo ha transcurrido de una forma bastante agradable y tranquila. Mis tío se han esforzado en hacer una rica y abundate comida, a base de sopas de ajo y lechazo de la tierra. Por la tarde hemos ido a ver un lujoso casino que hay en el pueblo y que yo desconocía por completo, pero que no tiene nada que envidiar al de Torrelodones. Por supuesto, jugué un poco a la ruleta america. Y por supuesto y, como siempre, no he ganado nada.
Diario de la vacaciones. Día 1. Reencuentros
Hoy, día 26 de diciembre, ha sido un día un poco especial. No ha sido por la resaca de tantas comilonas y champagne de los dos días anteriores. Ha sido porque Javi, un íntimo amigo de toda la vida que vive en Buenos Aires, ha vuelto a casa por Navidad haciendo caso a ese aborrecible anuncio de turrones. Javi se fue allí a trabajar de fisioterapeuta, conoció a una chica... y lo que él pensaba que iba a ser una temporada fuera se ha convertido en una prolongada ausencia. Él dice que allí no se vive muy bien y que le gustaría volver, pero que hay muchas que cosas que le atan. Cada vez tiene más acento porteño. Tanta ilusión le hacía el reencuentro con su grupo de amigos que nos convocó un mes antes a la cena que preparó en su casa. Allí acudimos todos los que estábamos invitados a degustar las exquisitas viandas que había cocinado con esmero.
El reencuentro con personas que conoces desde hace mucho y no ves a menudo siempre es muy emocionante. Aunque lleves mucho tiempo sin hablar con ellas, parece como si ayer hubieras dejado pendiente una conversación. No sientes extrañez, frialdad o timidez. No es una situación violenta. Por el contrario, estás ansioso por preguntarle muchas cosas y por aprovechar el tiempo perdido.
Después de la cena y de los brindis de costumbre, nos dispusimos a dar una vuelta por el centro de Madrid, ya que javi sentía morriña por su ciudad y había muchas cosas que le interesaba ver. El centro de nuestra ciudad estaba abarrotado, como suele ser normal en estas fechas. El bullicio de nuestra ciudad le da un aire de vida y una alegría que es difícil ver en otras ciudades europeas por estas fechas. Pese a la crisis, la iluminación navideña estaba mejor que nunca y hacía que los bellos edificios de la Gran Vía y calles adyacentes resplandecieran aún más al caer la noche. Considero además que cada año la iluminación navideña es más elegante por su sencillez y originalidad. Luces aparte, entre cañas y tapas y más cañas y algún chascarrillo se nos pasó el tiempo volando a todos. Lo mismo estuvimos en 5 ó 6 bares, de forma que cuando nos quisimos dar cuenta el metro ya no funcionaba y nos tuvimos que volver hacia el barrio andando bajo la gélida noche madrileña.
El reencuentro con personas que conoces desde hace mucho y no ves a menudo siempre es muy emocionante. Aunque lleves mucho tiempo sin hablar con ellas, parece como si ayer hubieras dejado pendiente una conversación. No sientes extrañez, frialdad o timidez. No es una situación violenta. Por el contrario, estás ansioso por preguntarle muchas cosas y por aprovechar el tiempo perdido.
Después de la cena y de los brindis de costumbre, nos dispusimos a dar una vuelta por el centro de Madrid, ya que javi sentía morriña por su ciudad y había muchas cosas que le interesaba ver. El centro de nuestra ciudad estaba abarrotado, como suele ser normal en estas fechas. El bullicio de nuestra ciudad le da un aire de vida y una alegría que es difícil ver en otras ciudades europeas por estas fechas. Pese a la crisis, la iluminación navideña estaba mejor que nunca y hacía que los bellos edificios de la Gran Vía y calles adyacentes resplandecieran aún más al caer la noche. Considero además que cada año la iluminación navideña es más elegante por su sencillez y originalidad. Luces aparte, entre cañas y tapas y más cañas y algún chascarrillo se nos pasó el tiempo volando a todos. Lo mismo estuvimos en 5 ó 6 bares, de forma que cuando nos quisimos dar cuenta el metro ya no funcionaba y nos tuvimos que volver hacia el barrio andando bajo la gélida noche madrileña.
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