miércoles, 12 de enero de 2011

Diario de las vacaciones. Dia 2: Visitas familiares

Esta mañana, por primera vez en la vacaciones he madrugado (ohhh...) para coger un autobús en Méndez Álvaro a las 9, que me dejaría 2 horas más tarde en un pequeño pueblo vallisoletano llamado El Boecillo. El propósito de mi pequeño viaje, en el que he ido acompañado de mi madre, era hacer una visita a unos tíos y mi primo que viven en ese pueblo cercano a la capital del Pisuerga.
Estos tíos míos no son unos tíos cualquiera. Para empezar son mis padrinos. Y su vida ha estado marcada por el hecho de haber tenido un único hijo, mi primo Pablo, que padece una discapacidad intelectual muy severa. Pablo tiene ya casi treinta años pero no sabe hablar y tiene serias dificultades para relacionarse con los demás debido a que también padece autismo. Mis tíos sienten un desasosiego tremendo por lo que pasará con Pablo una vez que ellos mueran y lo dejen solo en la vida. Es un chico con muchas necesidades, tanto materiales como de cariño. Por ello, yo me ofrecí ante notario hace unos años a ser el tutor legal de mi primo si premueren sus padre. Mis padrinos desde entonces se sientes más aliviados, al saber que va a haber siempre alguien que se ocupe de ellos.
En cuanto a la visita en sí misma, todo ha transcurrido de una forma bastante agradable y tranquila. Mis tío se han esforzado en hacer una rica y abundate comida, a base de sopas de ajo y lechazo de la tierra. Por la tarde hemos ido a ver un lujoso casino que hay en el pueblo y que yo desconocía por completo, pero que no tiene nada que envidiar al de Torrelodones. Por supuesto, jugué un poco a la ruleta america. Y por supuesto y, como siempre, no he ganado nada.

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