Hoy ha sido el día de Reyes. En mi familia materna lo solíamos celebrar con muchos regalos en casa de mi abuela, que era la que nos reunía a todos, hasta que la pobre empezó a tener Alzheimer y hubo que internarla en una residencia. El año pasado murió y por lo tanto este año he sentido mucha nostalgia y melancolía al recordar aquellas tardes de Reyes en las que nos colocábamos todos los primos en fila india, ordenados de menor a mayor, para recibir los regalos de la abuela. Mi tía María, en cuya casa se ha celebrado este año la reunión familiar, se solía disfrazar de payaso y también nos solía tener preparada una sorpresa a todos los sobrinos.
Este año no ha habido intercambio de regalos por expreso deseo de la anfitriona, pero ha habido el tradicional roscón con sorpresa y los típicos Reyes Magos de chocolate. Lo único novedoso para mí es que ha venido una prima mía que vive en Estados Unidos y a la que no suelo ver muy a menudo, con sus dos niños (de 6 y 2 años), los cuales son muy monos y muy ricos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario