Carta de un niño de Primaria a su profesora:
Señorita Pilar, te escribo porque me da mucha vergüenza decírtelo a la cara. Eres guapa y muy buena. El otro día me regañaste injustamente, pero ya te he perdonado. Haces actividades muy divertidas y eres muy maja, aunque a veces eres un poco gruñona. Hay una pregunta que quiero hacerte: ¿Te gustan los cromos de Pokemon?. Yo si quieres te doy algunos que me sobran. Si quieres un día de estos te enseño mi colección y cambiamos cromos. Ah, por cierto, ya sé que este trimestre me he portado mal y que no he hecho los deberes cuatro días y tal. Pero prometo que voy a cambiar solamente por tí, porque eres muy maja y muy guapa y vengo todos los días contento a clase porque te voy a ver y porque te portas muy bien conmigo. Te he hecho un dibujo que muestra nuestro amor. La de rosa eres tú y el de marrón soy yo. Muchos besitos.
Carta de un señor a su esposa después de 30 años:
Hola, Rosa. Hoy es San Valentín y, aunque no es costumbre que te escriba cartas como estas, hoy tengo ganas de tener un detalle contigo.
Sabes que durante treinta años me he estado levantando muy temprano para ir a trabajar a la fábrica. Tu no necesitabas madrugar tanto y a veces habías dormido mal porque alguno de nuestros pequeños te había despertado durante la noche. Sin embargo, te levantabas animosamente conmigo para desayunar conmigo y hacerme compañía a esas horas en las que las calles todavía no están puestas. El café que nos tomábamos juntos por la mañana antes de abordar un duro día podría considerarse un símbolo de nuestra unión, de tu entrega desinteresada a tu familia, de cómo antepones el bienestar de los tuyos a tu comodidad. A lo largo de treinta años de convivencia hemos pasado por momentos duros. Hemos sobrevivido a una hipoteca casi tan larga como nuestra relación, hemos tenido que sacar adelante a tres hijos que nos han dado muchas alegrías pero también algún quebradero de cabeza, la muerte de nuestros respectivos padres a los que hemos tenido que cuidar en casa, aquella época en que la empresa estaba en crisis y estuve a punto de quedarme en el paro, cuando me diagnosticaron aquel cáncer de próstata que resultó ser una falsa alarma...Han sido muchos días fríos y tristes en los que a mi me esperaban doce horas de trabajo en la fábrica a tí veinticuatro en la casa. Pero ahí estabas tú todas las mañanas, arreglada como un pincel, contenta y sonriente, transmitiendo optimismo de madrugada, charlatana como siempre, diciendo: ¿te preparo un café?. Sí, por favor. Gracias.
Carta de amor de un chico joven a su novia
Hola, mi amor. Antes de conocerte no sabía lo que era vivir. Vagaba por la vida sin ilusión, sin un propósito firme, sin una luz que guiara mi camino. Contigo he descubierto que se puede vibrar con solo acariciar tu pelo, que se puede reir con solo mirarte, que se puede pensar y sentir lo que otra persona piensa y siente. Contigo he descubierto lo que es el miedo, mejor dicho, el terror. Terror a perderte, terror a que te pase algo, terror a que un día me dejes de queres. Te quiero, te amo más que a mi vida , quiero estar el resto de mi vida contigo, hasta que se agote el tiempo, hasta que muramos de felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario